Tres beneficios de las bacterias para el ecosistema
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Últimamente ha aumentado el interés por los posibles beneficios de los probióticos para la salud y, por consiguiente, se ha producido una explosión en el mercado de los probióticos. Entonces, ¿son estos productos probióticos la cura para todo lo que te aflige? ¿Merece la pena tanto bombo y platillo?
Los suplementos probióticos con bacterias vivas se venden normalmente en forma de pastillas o de productos lácteos. Se supone que aportan beneficios a la salud de quienes los toman y se utilizan sobre todo para prevenir o tratar afecciones digestivas, infecciosas y alérgicas.
Los datos más prometedores proceden del uso de probióticos para prevenir la diarrea asociada a los antibióticos, incluida la diarrea por C. difficile, una infección grave y a veces potencialmente mortal. Pequeños estudios muestran que el uso de probióticos también puede ser beneficioso para las afecciones inflamatorias del intestino y el síndrome del intestino irritable. También hay algunas pruebas limitadas de que pueden ayudar a prevenir el eczema, una enfermedad alérgica de la piel.
Todavía no sabemos mucho sobre los probióticos. Por cada estudio que muestra un posible beneficio, hay otro que muestra resultados mixtos o perjudiciales. Muchos estudios no están bien diseñados o pueden no aplicarse a todos los pacientes.
5 ventajas de las bacterias
Los bacteriófagos son la entidad biológica más común. Pueden encontrarse en el suelo y el agua de mar, en superficies oceánicas y terrestres y en entornos extremos, como los caracterizados por temperaturas muy altas o muy bajas. Además, se han detectado en hospitales, en aguas residuales y en cualquier lugar donde puedan vivir bacterias, incluidos los tejidos animales y humanos (Clokie et al., 2011). Se han descrito varios miles de BPs. Se han clasificado en función de sus características morfológicas, su contenido en ácidos nucleicos, el lugar en el que se encuentran mayoritariamente y las especies bacterianas que pueden eliminar (Tabla 1).
En teoría, no existe ninguna bacteria que no pueda ser lisada por al menos una BP. En este sentido, las BP son significativamente más eficaces que los antibióticos, ya que, aunque algunos fármacos antimicrobianos tienen un espectro de actividad muy amplio, no existe un antibiótico capaz de matar a todas las especies bacterianas. Sin embargo, la característica más atractiva de los BPs es su especificidad de acción, es decir, su capacidad para matar sólo al patógeno que pueden reconocer.
Cómo se benefician los humanos de las bacterias
La resistencia a los antibióticos está aumentando y amenazando a los seres humanos y a los animales en todo el mundo. Diferentes países han legislado o promovido la prohibición de los antibióticos como promotores del crecimiento en el ganado y la acuicultura para reducir este fenómeno. Por ello, para mejorar el crecimiento y la reproducción de los animales y controlar las múltiples infecciones bacterianas, existe la posibilidad de utilizar probióticos como promotores del crecimiento no antibióticos. Las bacterias lácticas (BL) ofrecen varias ventajas como probióticos potenciales y pueden considerarse como alternativas a los antibióticos durante la producción de alimentos para animales. Las BAL son microorganismos seguros con capacidad para producir diferentes compuestos inhibidores como bacteriocinas, ácidos orgánicos como el ácido láctico, peróxido de hidrógeno, diacetilo y dióxido de carbono. Las BAL pueden inhibir a los microorganismos dañinos con su arsenal, o a través de un mecanismo de exclusión competitivo basado en la competencia por los sitios de unión y los nutrientes. Las BL dotadas de funciones enzimáticas específicas (amilasa, proteasa…) pueden mejorar la adquisición de nutrientes, así como la estimulación del sistema inmunitario de los animales. El objetivo de esta revisión es subrayar los beneficios y aportaciones de las BL como alternativas potenciales a los antibióticos en la producción avícola, porcina, de rumiantes y acuícola.
Ventajas y desventajas de las bacterias
Las bacterias han tenido mala prensa a lo largo de los años. Para muchos de nosotros, la palabra “bacteria” nos hace recurrir a la lejía, pero estos pequeños microorganismos unicelulares forman parte natural de nuestro cuerpo y son importantes para nuestra salud.
Las bacterias fueron una de las primeras formas de vida en la Tierra y existen en una variedad alucinante. De hecho, si se mira de cierta manera, son la forma de vida dominante aquí: se estima que las bacterias constituyen un porcentaje mayor de la biomasa activa de la Tierra que las plantas o los animales.
En la década de 1860, el científico holandés Antonie van Leeuwenhoek inventó un nuevo tipo de microscopio y observó por primera vez las enormes multitudes de microorganismos que vivían tranquilamente dentro y sobre nuestro cuerpo. (En su dedicación a la ciencia, Leeuwenhoek pasó una vez días sin limpiarse los dientes para tener unas jugosas bacterias que investigar).
El trabajo de Leeuwenhoek condujo al descubrimiento del microbioma, el complejo ecosistema de microorganismos útiles que habitan en nuestro interior. Estos trillones de bacterias y otra microbiota han evolucionado con nosotros y están profundamente implicados en nuestra supervivencia. En lugar de causar enfermedades, nuestras bacterias amistosas forman una parte importante de nuestro sistema inmunitario y nos ayudan a combatir a sus primos, a veces peligrosos.