Seta maitake
Las setas son un hongo, pero eso no ha disuadido a la mayoría de los estadounidenses de añadirlas a las comidas. Según el Departamento de Agricultura de EE.UU., el estadounidense medio come aproximadamente un kilo de setas al año. Y ahora hay aún más razones para incluir las setas en su dieta.
Las setas aportan un sabor sabroso a las comidas sin añadir mucha grasa, calorías o sodio. Pero los beneficios para la salud no acaban ahí. Los investigadores siguen descubriendo cómo las setas pueden evitar las enfermedades crónicas y mejorar su salud diaria. Siga leyendo para descubrir siete formas en que los hongos pueden beneficiar su salud:
Una revisión de 17 estudios sobre el cáncer realizados entre 1966 y 2020 muestra que comer sólo 18 gramos de setas (lo que equivale a 1/8 de taza o dos setas medianas) al día puede reducir el riesgo de cáncer hasta en un 45%. Las setas son una potente fuente de ergotioneína, un aminoácido y antioxidante que previene o ralentiza el daño celular.
Algunas variedades de setas (como el shiitake, la ostra, el maitake y la ostra real) tienen mayores cantidades de ergotioneína. Pero los investigadores han descubierto que la incorporación de cualquier variedad de setas a la dieta diaria reduce el riesgo de cáncer.
Setas medicinales
Las setas son un producto alimenticio muy popular y se pueden conseguir fácilmente. Sin embargo, debemos conocer bien su variedad y su fecha de caducidad antes de consumirlas, ya que muchas variedades de setas son venenosas y provocan una grave reacción en nuestro organismo.
Las setas son un producto alimenticio versátil y cargado de toneladas de beneficios para la salud. Podemos añadir setas a nuestros platos de muchas maneras, como aderezos en nuestra pizza, en rodajas en nuestra ensalada, en la sopa, como verduras salteadas, cocinadas con carne de vacuno o pollo, en la pasta o con huevos. Así que añádelos a tu menú y disfruta de su cremoso y rico sabor.
Setas crudas
Hay miles de especies de setas en todo el mundo, pero sólo comemos unas 25. Hay setas de todas las formas, tamaños y perfiles nutricionales. Algunas pueden ser pequeñas, pero sin duda son poderosos vegetales. Las setas tienen una larga historia de importancia cultural en todo el mundo. Los investigadores han encontrado la presencia de setas en la dieta humana ya en la Edad de Piedra. De hecho, son tan importantes para tantas culturas que existe todo un campo de estudio -la etnomicología- que explora las interacciones sociológicas y culturales entre las setas y las personas. “Las culturas orientales llevan mucho tiempo utilizando las setas con fines medicinales, y es posible que haya muchos aspectos sobre las propiedades medicinales de las setas que aún no comprendemos”, afirma el doctor Tom Horton, profesor de micología de la Facultad de Ciencias Medioambientales y Forestales de la Universidad Estatal de Nueva YorkMás recientemente, en Estados Unidos, las setas han ganado popularidad y están disponibles para su uso comercial en extractos como el café, polvos y pastillas, por sus beneficios dietéticos y para la salud. Este artículo analiza los perfiles nutricionales únicos de los hongos, así como los beneficios para la salud derivados de su consumo.
Comer setas todos los días
Las setas son un complemento popular de muchos platos, ensaladas y salsas, o se sirven salteadas solas como guarnición. No todas las setas son seguras de comer, ya que pueden tener varios efectos secundarios negativos. Las setas especiales están disponibles en las tiendas de comestibles locales. Estas setas se cultivan comercialmente y se consideran seguras para el consumo humano, pero algunas pueden producir efectos secundarios graves si se es alérgico o están contaminadas.
La intoxicación alimentaria es un efecto secundario negativo de las setas contaminadas con campylobacter jejuni, una bacteria que puede estar presente en las setas cultivadas comercialmente. Los métodos de limpieza o cocción inadecuados, la contaminación cruzada de otros alimentos de origen animal o la pasteurización incorrecta pueden ser la causa de la contaminación bacteriana, según Al Wagner, del Texas Agricultural and Mechanical College. Si se comen setas contaminadas con la bacteria campylobacter jejuni, pueden producirse náuseas, diarrea o calambres abdominales. Esta cepa bacteriana es sensible al frío extremo y a la sequedad.